domingo, 27 de mayo de 2018

Revelan los secretos del galeón hundido hace 300 años con un tesoro de 17.000 millones de dólares

Durante décadas, los investigadores y los gobiernos han buscado un barco español que se hundió hace más de 300 años, llevando oro y plata por un valor actual de 17.000 millones de dólares.
Mientras era buscado, el galeón San José fue llamado el "santo grial de los naufragios". Finalmente fue descubierto frente a la costa de Cartagena, Colombia, en 2015. Sin embargo, los detalles del hallazgo se mantuvieron en secreto hasta ahora, cuando investigadores de la Institución Oceanográfica Woods Hole (WHOI, por sus siglas en inglés) obtuvieron la bendición de varios gobiernos para divulgarlos.

La historia de la nave

El San José era una embarcación de 62 cañones y tres mástiles: el buque insignia y el galeón más grande de una flota española que transportaba oro, plata y esmeralda de las minas de Potosí, Perú. Viajaba de Panamá a Colombia cuando se hundió el 8 de junio de 1708, durante una batalla con barcos británicos en la Guerra de Sucesión española. Seiscientas personas iban a bordo.
Los británicos no pudieron llevarse el tesoro antes de que se hundiera. La pérdida del San José y toda su carga generó dificultades financieras a los comerciantes de toda Europa y el Nuevo Mundo, según publica en Facebook la Sea Search Armada (SSA), un grupo de inversores estadounidenses dedicados a la recuperación marina.

Cómo se descubrió el naufragio
Para hallar al San José, los investigadores utilizaron un vehículo submarino no tripulado llamado REMUS 6000. Es el mismo aparato que ayudó a encontrar los Air France 447 en 2011, y ayudó a mapear y fotografiar en 2010 el lugar del naufragio del Titanic.



Para confirmar la identidad de la nave, REMUS descendió cerca del naufragio, capturando fotos de una característica distintiva del San José: cañones de bronce grabados con delfines.




El hundimiento del barco fue dramático. También lo es la disputa por su tesoro. La búsqueda del San José ya ha sido una larga historia legal sobre cómo el botín debe dividirse entre varios gobiernos y compañías privadas.
Aparte del dinero, el descubrimiento del San José es significativo para Colombia por al tesoro de objetos culturales e históricos de la nave, y las pistas que pueden proporcionar sobre el clima económico, social y político de Europa a principios del siglo XVIII. Según Woods Hole, el gobierno colombiano planea construir un museo y un laboratorio de conservación para preservar y exhibir públicamente los contenidos del naufragio, incluidos cañones, cerámicas y otros artefactos.
La UNESCO, la agencia cultural de las Naciones Unidas, hizo un llamado a Colombia para que no explote el naufragio. La ubicación exacta de los restos sigue siendo un secreto de estado.
Por ahora, el tesoro permanece donde ha estado durante los últimos 300 años, descansando en las profundidades marinas.
Alba Prifti, de CNN, contribuyó a este informe.



domingo, 4 de febrero de 2018

Samabaj, un sitio sumergido en el lago Atitlán.


Samabaj, un sitio sumergido en el lago Atitlán.

El lago Atitlán -1.560 msnm- es de origen volcánico, producto de una fosa magmática que al cristalizarse impermeabilizó el suelo, favoreciendo la retención del agua. Tiene 18 km de longitud, en sus márgenes se alzan los volcanes Atitlán (3.537 msnm), Tolimán (3.158 msnm) y San Pedro (3.020 msnm), su profundidad -variable- supera en algunos puntos los 350 m.














                                Monumentos sumergidos

 


Vista del lago Atitlán.  Departamento de Sololá, Guatemala.


Hace unos 2.000 años, al sur del lago, sobre una isla cercana al volcán Cerro de Oro, estuvo el sitio de Samabaj (14° 43' 11'' Norte; 91° 11' 36.06'' Oeste), rodeada por fallas de 80 m al sur y 100 al norte. El nivel del agua subió -al parecer en forma repentina- y la dejó sumergida a unos 17 metros de profundidad.




Estuvo ocupada en el Preclásico Tardío, entre los años 200 a. C. y 200 d. C., su pequeña superficie -400 metros de ancho por 350 de largo- indica se trató de una aldea. La asociación de estela y altar, típicamente maya, sugiere la etnia que la habitó.
El sitio está compuesto por una plaza ceremonial, con altares y estelas y tres grupos de estructuras:






Grupo 1: Definida por un basamento estructural, que por sus dimensiones se asocia a un patrón habitacional. Sus muros fueron realizados por piedras muy bien talladas.
Grupo 2: Conformada por ocho estructuras, las números 1 y 2 son paralelas, formando entre ellas un corredor. Al este de la Estructura 1 se encuentra una estela lisa de 1,20 m de largo por 60 cm de ancho.
Grupo 3: Es la estructura más grande, posee una escalinata y está fuera del contexto habitacional.


                                                         Cambio de los niveles del lago                                                        





El Instituto de Antropología e Historia (IDAEH) de Guatemala, está a cargo del estudio del sitio; Sonia Medrano, arqueóloga encargada del proyecto iniciado en el año 2.008, nos cuenta:
"El sitio estaba construido sobre una elevación cortada en terrazas"."Tenemos seis estelas y cuatro altares ubicados en este momento y sin duda hay más, lo que quiere decir que el sitio era extremadamente importante desde un punto de vista espiritual". "Las vasijas y la estela lisa encontrada determinan que el sitio corresponde al Período Preclásico Maya".

Roberto Samayoa Asmus
Descubrió y dio nombre al sitio. Samabaj, resulta del apócope de su apellido y "baj" (piedra, en maya).
Experto buzo, ubicó el sitio en la década de 1990, en 1999 lo reportó al Ministerio de Cultura de Guatemala.
Las piezas extraídas pueden apreciarse en el Museo de Arqueología Lacustre del Lago de Atitlán, Posada de Don Rodrigo, Panajachel.
En la actualidad contempla la posibilidad de organizar visitas turísticas para buzos con licencia en mar abierto.

Fuente:


domingo, 28 de enero de 2018

"Treasures from the Wreck of the Unbelievable"



DOCUMENTAL SOBRE LA OBRA MÁS POLÉMICA Y DEMENTE DEL ARTISTA DAMIEN HIRST
En vísperas del cumpleaños de Subvitur Act. Acuáticas, vi este espectacular documental de: "Treasures from the Wreck of the Unbelievable", y quise compartirlo con ustedes, en él cuenta la historia ficticia de un tesoro rescatado en el medio del océano índico.
TEXTO MOR.BO — 8. 01. 2018
Cuando el mundo creativo piensa que ya lo ha visto todo, siempre llega alguien nuevo para sorprender con un enfoque ingenioso, genuino y, a veces, hasta impactante. Hay muchos artistas que han causado un efecto sorpresa con sus creaciones artísticas, pero algunos lograron cambiar por completo la forma en que se ve el arte. El británico Damien Hirst es uno de ellos, y su obra poco convencional ha llamado mucho la atención en las últimas décadas, convirtiéndolo en el artista británico vivo más adinerado de la actualidad.
La pieza que puede decirse que representa a Hirst es The Physical Impossibility of Death in the Mind of Someone Living (1991), que muestra a un tiburón en una vitrina inmersa en formaldehído, y con la que Hirst comenzó a profundizar en el significado de la muerte, cambiando la percepción de la cultura pop y vinculando verdaderamente la vida, la muerte y el arte.

THE PHYSICAL IMPOSSIBILITY OF DEATH IN THE MIND OF SOMEONE LIVING (1991), DE DAMIEN HIRST
En los años siguientes, Hirst publicó otras obras similares como parte de diferentes exposiciones; los más conocidos incluyen Mother and Child Divided con una vaca y su cría cortada a la mitad y exhibida en un tanque lleno de formaldehído, y Away from the Flock que incluía una oveja exhibida en las mismas condiciones. Aunque este tipo de trabajos han elevado la reputación de Hirst en el mundo de la pintura, ha habido bastantes controversias que envuelven su práctica y acciones.
Sin embargo, el año pasado Hirst exhibió lo que es hasta los moemntos su magnum opusTreasures From the Wreck of the Unbelievable, exhibido en dos de los museos más palaciegos de Venecia con 189 piezas en bronce, mármol, malaquita, cristal de roca, plata, oro y más que le dieron vida a la leyenda de un coleccionista (completamente ficticio) del siglo II, y su (completamente ficticia) acumulación de esculturas cubiertas de coral y reliquias religiosas rescatadas de un naufragio (completamente ficticio) en el Océano Índico.


“DEMON WITH BOWL” (2017) DE DAMIEN HIRST. FOTOGRAFÍA: ANDREA FRAZZETTA/INSTITUTE
La exhibición le tomó 10 años y más de USD $65 millones para crearla, y es probablemente la obra de arte más extravagante y cara que haya producido un solo artista. Ahora, luego de la polémica de la muestra, Hirst estrena un documental falso en Netflix para acompañar toda esta aventura, llamado igual que la exhibición: Treasures From the Wreck of the Unbelievable.
El “documental” sugiere que el show presentado por Hirst el año pasado era un tesoro perdido hace mucho tiempo y descubierto por un equipo de arqueólogos y buceadores de la costa de África oriental. El tesoro, según cuenta la historia, había sido ensamblado durante los siglos I o II por un antiguo esclavo convertido en un coleccionista voraz, llamado Cif Amotan II(un anagrama que en inglés resulta I Am Fiction o Soy Ficción).
La película sigue a un equipo de investigadores que identifican el naufragio de Amotan bajo la superficie del Océano Índico. Pero para recuperar el botín hundido, necesitan un benefactor: Damien Hirst. Aunque el diálogo se entrega con seriedad inexpresiva, el falso documental está lleno de guiños autocríticos para el público, y ya está disponible a través de Netflix en este enlace. A continuación, te dejamos el documental: