Recuerdo que mi padre me llevaba a los parques de atracciones, desde los 7 u 8 años, y cuando me
preguntaba donde quería montarme, siempre le decía: en la cama elástica. Allí pasaba horas haciendo piruetas, unas inventadas, otras copiando a niños haciendo mortales, otras simplemente brincando en varios sitios de la cama elástica.
preguntaba donde quería montarme, siempre le decía: en la cama elástica. Allí pasaba horas haciendo piruetas, unas inventadas, otras copiando a niños haciendo mortales, otras simplemente brincando en varios sitios de la cama elástica.
Allí comencé a tomarle el gusto a estas piruetas, y comenzó mi gusto por la gimnasia.
Inicié en el liceo julio Bustamante, donde observaba las acrobacias de los participantes y pensaba: «Wow yo quiero hacer eso»
En el 2do año del liceo, averigüe con mi profesor de Educación física, quien era el encargado del grupo de gimnasia (Freddy Cornivell en la foto), que debía hacer para inscribirme en el equipo acrobático, y me dijo:
—Tener aptitud, saber hacer los ejercicios y no ser patuleco.
Patuleco, le decían a los que hacían los ejercicios sin poner punta de pies y piernas extendidas y derechas o a los que no éramos capaces de mantenernos parados de mano por un largo tiempo, o mantener la punta de los pies en todos lo ejercicios.
Esas palabras las recuerdo porque me hicieron prepararme y practicar, practicar, practicar.
Pues la práctica comenzó a dar frutos, ya Freddy me daba algunos golpes en las puntas de los dedos de los pies, pero con menos frecuencia que al principio, ya se oía menos lo de —Allí esta el patuleco, ahora cambiaron sus palabras a: —estas mejorando "carajito".
De la noche a la mañana, ya estaba en el grupo acrobático del Liceo, y comenzaron las competencias inter liceos.
Allí conocí a los duros del Liceo Luis Razetti, a quienes ya había visto en exhibiciones acrobáticas, y realmente eran muy buenos, impresionantes. El profesor de ellos en ese entonces era Orlando Gallegos (en la foto, nos hicimos grandes amigos, junto con el capitán Antonio Carrascal profesor de Judo del IUT y años después trabajamos juntos realizando viajes de buceo, pero eso es otra historia: VER HISTORIA ).
Uno de los integrantes del equipo, tenía unas marcas de quemaduras en sus brazos, que se había hecho haciendo un mortal entre unos aros en llamas (bueno a todas estas, nunca supe si eso fue cierto o no, ya que a ese grupo no se le podía creer nada, jajaja). Pero igual, allí estaba yo diciendo: —Wow.. tengo que hacer eso.
Comencé los entrenamientos fuertes para las competencias, yo no solo en manos libres y trampolín elástico, llamado minitramp (que eran mi fuerte), sino también en barras paralelas, barra fija, salto de potro y anillas (esta última no logré aprender ninguna rutina, "eso es para hombres", como bromeábamos entre nosotros mismos, por lo difícil de esta disciplina).
Esos fueron 4 años de entrenamiento fuerte, madrugonazos para entrenar corriendo entre 5 a 10 km por día, pesas, barras, y flexiones, muuuchas flexiones tanto de brazos, como de piernas. Dietas especiales para ganar fuerza y masa muscular (2do y 3er año de bachillerato y luego en 4to y 5to año de ciencias), y el fruto recogido: muchas medallas.
De allí me seleccionaron al soñado equipo acrobático entre el liceo Julio Bustamante y Luis Razetti. Éramos un grupo imbatible, fuimos campeones en varios torneos y competencias y de allí cuando me gradué de bachiller, continué entrenando. Ya con ese mismo grupo (no quiero nombrarlos a todos, porque cometería el pecado de olvidar a algunos, no confío en mi memoria, y todos merecen ser nombrados), pasamos a ser parte del grupo acrobático del Instituto Universitario Pedagógico de Caracas, gracias a la inscripción y apoyo dado por Eduardo Fuenmayor (en la foto), Freddy y Orlando.
Continuaron las exhibiciones acrobáticas por unos meses más.
Comencé estudios en el Instituto Universitario Tecnológico Región Capital, y allí también había un grupo de gimnasia, con un profesor francés. Debido a mi trayectoria, me nombró su ayudante, hasta que él empezó a faltar a las clases y quedaba yo como el profesor encargado, en su ausencia.
Esto lo hice, por el año de mi preparatoria en ese instituto para mi carrera de TSU en Procesos Químicos, y allí me propusieron una beca estudiante, donde me pagaban las clases que dictara de gimnasia.. me tomó solo un segundo responder el "Si" después de la propuesta del director y luego jefe Humberto Almeida, me iban a pagar por lo que me gustaba hacer, para qué pensarlo tanto.
Esta vez las exhibiciones eran organizadas para mi grupo de estudiantes quienes estaban conformados por: alumnos del Instituto y otros alumnos, que me siguieron del liceo, mi hermano Lisandro y sus amigos.
Seguí entrenando en la Universidad Simón Bolívar: los sábados en las mañanas. Los jueves en la noche en el Instituto Pedagógico del Paraíso en Venezuela. Y los miércoles en las tardes en el IUT-RC.
Comencé a entrenar con el grupo de natación de la "Simón" después de las clases de gimnasia, los sábados en la tarde (pero esa es otra historia).
Tres años pasaron entre exhibiciones, entrenamientos entre el IUT, Simón Bolívar y Pedagógico, luego llegó mi graduación como TSU, y de allí salía del Instituto y dejaría las clases. El Jefe Humberto, no quería que las dejara, ya que estaban necesitando a un Instructor deportivo para esa disciplina, y me propuso presentar un concurso de oposición y competir con profesores certificados en otras áreas. Era mi oportunidad de trabajar allí. Pero había un inconveniente: en un concurso de oposición, se selecciona a la persona más idónea para ocupar un cargo determinado, pero debes tener un Título, que yo no tenía, solo había practicado gimnasia en el Pedagógico.
Humberto me explicó, que lo consiguiera, estudiara algo, me inscribiera en algo, eso era suficiente para garantizar el acceso a cargos públicos, en pocas palabras: "un papel". Averigüe en el pedagógico, y allí estaban dictando un curso de Jueces nacionales de Gimnasia, y me inscribí allí como practicante en 1982 (prácticamente después de graduarme en el IUT -RC).
Entonces mi dinámica era estudiar en la mañana, hacer las tareas en poco tiempo e ir a los entrenamientos en la tarde, y continuar con mis entrenamientos mencionados y trabajar en otra área como químico el resto de los días. Aprendí a optimizar el tiempo.
Con esto, quedé seleccionado en el IUT-RC, y en el instituto estuve dictando clases, como ya estaba acostumbrado a hacerlo: los miércoles en la tarde y los sábados en las mañanas. Aquí estuve por 18 años como instructor de Gimnasia, toda una experiencia.
Por esos estudios como juez, tuve la oportunidad (y diría la suerte, ya que ser juez, no estaba entre mis planes)
de ir a Valencia (Venezuela) para el curso de selección de Juez Internacional para los IX Juegos Panamericanos que se realizaron en Caracas, Venezuela entre el 14 y el 29 de agosto de 1983.
de ir a Valencia (Venezuela) para el curso de selección de Juez Internacional para los IX Juegos Panamericanos que se realizaron en Caracas, Venezuela entre el 14 y el 29 de agosto de 1983.
Fue ruda la selección, ya que éramos 80 jueces nacionales para seleccionar solo 10, quedé en el puesto 12.. casi.. La evaluación final fue con Mary Lou Retton como gimnasta, teníamos que evaluarla, una experiencia increíble y muy difícil de lograr.
Había mucha experiencia, y de los 10 seleccionados, 8 eran ya jueces internacionales que se estaban revalidando. Prácticamente de los nuevos quedaron solo 2. A mi me bajó esa ultima evaluación de Mary Lou. Se cayó varias veces (a propósito) en las barras asimétricas y en salto de potro (que eran sus fuertes). Esas evaluaciones fueron muy difíciles. Fue un gran aprendizaje. Allí me di cuenta que es más fácil ser gimnasta que juez, con todas las dificultades que ser gimnasta implica.Más tarde, en diciembre de ese año 84, me llamaron para trabajar en Intevep-PDVSA, ya para esa época trabajaba manejando una planta metalizadora junto con un primo, llamada "Meplastic" y debido a lo lejos que quedaba (las Minas de Baruta), era todo un reto llegar a la clases en Los Teques de los días miércoles en el IUT. Realmente se me hacía muy difícil lograrlo (y lo estuve haciendo por casi un año), así que me tomó medio segundo en aceptar el trabajo de Intevep, ya que me quedaba a 40 minutos del IUT.
La anécdota de mi ingreso a PDVSA, fue que justo cuando me aceptaron, pero antes de firmar los papeles de ingreso, el trato fue comienza "ya", pero tenía que trabajar el mes de preaviso en la metalizadora, por lo que me dieron la oportunidad de culminar el mes (noviembre recuerdo), he ingresaba en Diciembre.
Pues resulta que nos llamaron a una exhibición en favor de los hogares CREA, quienes son un Centros
de Atención para Personas con Farmacodependencia, la cual aceptamos con mucho gusto. ¿Recuerdan que les dije que yo quería hacer saltos con aros de fuego?, bueno eso nunca lo hice, jejeje, pero si realizamos saltos mortales por encima de una pirámide de personas (en la foto la pirámide y el minitramp en una de las exhibiciones hechas en el IUT), saltos dobles, saltos de minitramp en secuencia uno tras otro, eran realmente muy llamativos, por lo que siempre nos solicitaban en inauguraciones de eventos especiales.Para esta de hogares CREA, me preparé bien, ya que algunos de dichos saltos los hacía yo, que aunque era el más pequeño en tamaño, era el instructor, y debía demostrar mis habilidades. Ese día, el lugar era muy pequeño, por lo que la carrera de impulso, estaba disminuida, no había espacio. Sin embargo, el show debe continuar. Sabía que para lograr pasar la pirámide de personas, tenía que impulsarme mucho más en el minitramp, para lograr la altura. Los alumnos, me dijeron, "no hay espacio, no lo vas a lograr, ya hiciste el salto doble y caíste de cuclillas y no de pie como siempre lo haces, no hay espacio". Pensándolo bien, no iba a lograr la altura para pasar la pirámide, por lo que se nos ocurrió la idea, que al yo tocar el minitramp, para el impulso, ellos se caían unos sobre otros y yo hacía un mortal sencillo con menos altura, en otras palabras, improvisemos (muchacho no es gente, jejeje). Así lo intentamos, y claro, cuando cayeron agarre poco impulso, y tropecé levemente con la chica de la punta de la pirámide, haciendo un mortal muy payaso con grito incluido (el cual salió muy natural, por ser real jajaja), salió muy bien, ya que todos rieron, pensaron era parte del Show. Los que no reímos, fueron las chicas en la punta de la pirámide, y los muchachos, que recibieron codazos y rodillazos al caer unos sobre otros, y yo que caí en el medio de los dos colchones, y no sobre una de las dos, metiendo el pie en la ranura, logrando un muy doloroso esguince de 1er grado en mi tobillo. Como si fuera parte del acto, me llevaron cargado.. hasta atrás de unas cortinas, dos me mantuvieron de pie, mientras nos despedimos y tras muchos aplausos, nos fuimos directo a un hospital.
Que buen show dijeron los promotores del CREA, no se repetirá, pensamos nosotros.
Esto ocurrió, el fin de semana, antes del primer día de ingreso a PDVSA. Cuando llegué a firmar los papeles, llegué en muletas y con el pie vendado, que me habían colocado en el hospital y muy morado, hinchado, feo ese pie para la foto.
Así que el primer día de ingreso a PDVSA, firmé el contrato y me llevaron al centro médico de PDVSA, donde el doctor que me atendió me sacó unas placas de Rayos X y me colocó un Yeso, con un mes de reposo (la foto, en la fiesta de fin de año con mi yeso, "echando un pie" como le decimos al baile en venezolano).
Como pueden ver, fue en el mes de Diciembre, por lo que no cabía mi cara de vergüenza con los nuevos jefes de Intevep.
Los nuevos compañeros del laboratorio, me pidieron el yeso prestado, para tomar también unos días de diciembre jejeje.
Luego de ello, inicié normalmente el trabajo, a finales de enero, y estuve por 18 años trabajando y aprendiendo lo relacionado a mi carrera.
La otra parte interesante de este relato, es que el médico que me atendió en Intevep-PDVSA, fue nada menos que el Dr. Pedro Vicente Lizardo (PTT), fundador de la banda de rock Venezolana y de los Altos Mirandinos "La Misma Gente". El es: médico, cantautor y guitarrista, se unió a su hermano Humberto Enrique Lizardo (IKE), bajista y diseñador, al baterista Victor González (Kasino), a Pedro Alberto Galindo, compositor, cantante y saxofonista, a Mario Bresanutti, pianista, cantante y compositor, y eventualmente, a Ricardo Ramírez, flautista, este último quien dio el nombre a la agrupación en los primeros meses de 1977.
Culmino este relato con una de las canciones, quizás de las mas conocidas de dicho grupo, para quienes no los conozcan, los invito a conocerla, o a que la recuerden, para quienes ya lo han oído.
Nota de pie de página: Luego de estos 18 años de labor en Intevep, fui testigo de uno de los episodios más tristes de la historia en la industria petrolera venezolana "Años: 2002-2003", y me atrevo a decir, el inicio de la desaparición de la industria, donde hubo el despido (incluyéndome, cuando fui despedido mientras estaba de vacaciones fuera del país) de 18.000 trabajadores de PDVSA, "considerado que fue un genocidio laboral" (palabras de Horacio Medina, ingeniero petrolero y quien fuera directivo en ese momento de la Unión Nacional de Trabajadores Petroleros (Unapetrol), en entrevista para el programa radial de Provea). Pero eso es otra historia.
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